Resumen histórico y desafíos actuales

La Iglesia Presbiteriana Cristo Mi Pastor (CMP) comenzó un domingo de abril del año 1994, cuando realizamos el primer culto de adoración y las primeras clases de escuela dominical. Esto sucedió en una casa ubicada en la Avenida IV Centenario 511. Éramos un grupo de familias alabando al Señor y estudiando su Palabra.

Al año siguiente, se comenzó la construcción del templo y, tras dos años y siendo una avanzada de la Iglesia Presbiteriana de Chile (IPCH), fue organizada la sexta Iglesia Presbiteriana de Santiago, Cristo Mi Pastor, el 19 de octubre de 1996. Desde entonces, con una marcada perspectiva bíblica, reformada y presbiteriana, hemos dado énfasis a la predicación de la palabra, la adoración, la comunión cristiana, la plantación de iglesias, el apoyo a futuros pastores y misioneros, y la revitalización de otras iglesias en necesidad. Creemos que esta obra ha tenido la confirmación del Señor, quien ha derramado abundantes bendiciones sobre nuestro esfuerzo, y nos ha dado la alegría de cosechar los frutos.

Hemos trabajado participando en la evangelización de sectores muy diversos y en la plantación de iglesias en varios lugares. Mientras fuimos parte de la IPCH, lideramos y participamos en la plantación de iglesias como las iglesias Puente de Vida (11ª Iglesia de Santiago), Príncipe de Paz (7ª Iglesia de Santiago), Cristo el Señor (9ª Iglesia de Santiago), Luz del Mundo (La Serena) y la Iglesia Presbiteriana en Temuco, en el sur del país. También tuvimos el privilegio de ayudar a plantar la Iglesia Presbiteriana Cristo Rey en la ciudad de Puerto Montt, iniciar la plantación de la Iglesia Presbiteriana Red (La Reina) y a revitalizar las iglesias El Redentor (2a Iglesia de Santiago), Santísima Trinidad (1ª Iglesia de Santiago) y Maranata (8a Iglesia de Santiago). Además, participamos en la reconstrucción del antiguo templo de Linares. En definitiva, CMP tuvo y sigue teniendo un fuerte compromiso con la extensión del Reino de Dios.

Como ya se mencionó, la Iglesia Presbiteriana Cristo Mi Pastor tuvo su origen histórico y raigambre cultural en la Iglesia Presbiteriana de Chile (IPCH). La mayoría de los hermanos que plantaron y desarrollaron CMP tienen su origen en esa denominación, donde crecieron y se formaron. Por muchos años, CMP fue parte del Presbiterio centro de la IPCH, participando activamente en sus actividades y organización, y compartiendo fraternalmente con los hermanos en la fe. A pesar esta historia común y trabajo conjunto, en el seno de CMP se fue desarrollando un sentimiento de distancia respecto del devenir de la denominación, lo que llevó a una cada vez más explicita reflexión sobre las coincidencias y diferencias entre la visión local y la denominacional. Al inicio fue una reflexión informal, poco sistemática y secundaria, la que poco a poco se fue transformando en una cuestión cada vez más fundamental y sentida por la mayoría de los líderes y la congregación. Finalmente, el cuerpo de líderes de CMP decidió iniciar un proceso formal de estudio, reflexión interna y conversación con la denominación para compartir este sentir. Nos propusimos reflexionar sobre aquellas cosas que nos alejaban de la denominación, aquellas cosas que no compartíamos y nos hacían sentir cada vez más incómodos. Es así que el Honorable Consistorio de CMP resolvió en 2016 iniciar un proceso formal de análisis para conducir, de acuerdo con la institucionalidad y el sistema presbiteriano, los planteamientos que CMP venía elaborando. Se trabajó desde el Consistorio, pero de cara a los hermanos de la denominación, elaborándose sendos informes, análisis y cartas que fueron dirigidas y presentadas a los Consejos Superiores de la IPCH. El objetivo era influir en el desarrollo y fortalecimiento de la denominación, buscando corregir aspectos fundamentales que a nuestro entender requerían de urgente e importante revisión. Este proceso incluyó además de la elaboración de documentos, conversaciones con la congregación, líderes y otros grupos de la iglesia local, conversación e intercambio con Consejos Superiores de la denominación, así como la exposición y defensa de nuestras ideas y convicciones en las instancias formales.

Lamentablemente, el objetivo del Consistorio de CMP no se cumplió; no fuimos capaces de convencer al liderazgo de la IPCH de manera significativa de los planteamientos que hicimos. La IPCH tomó más bien la postura de contradecir nuestros planteamientos o al menos no actuar con la urgencia y decisión que esperábamos y creíamos necesaria, cuestión por un lado legítima en el contexto de un sistema presbiteriano, pero que, por otro lado, tampoco se constituye en una solución para una iglesia que llegó a niveles de convicción en temas tan relevantes como los que planteó CMP. Es así que luego de este largo y desgastante proceso de reflexión interna y de intercambio con los líderes de la denominación, habiendo seguido un proceso formal, y habiéndose hecho manifiesta una diferencia legítima pero insalvable en aspectos que considerábamos fundamentales en el desarrollo tanto la iglesia local como de la denominación completa, la casi totalidad de los líderes de la iglesia, miembros y simpatizantes resolvieron cada uno en conciencia dejar la denominación IPCH para darle continuidad al proyecto y visión que se había acuñado en CMP, ahora en otra denominación que es la Iglesia Presbiteriana en América (IPA). 

La Iglesia inició entonces el proceso de conformación de una nueva iglesia en lo formal, pero de continuidad en lo de fondo. Eso significó realizar una asamblea fundacional donde participó gran parte de los miembros de CMP, quienes luego de renunciar a su membresía en la IPCH, fueron parte del acta fundacional de una nueva Iglesia CMP, todo esto en ceremonia realizada el día 16 de diciembre de 2018. 

El primer desafío de esta nueva iglesia Presbiteriana Cristo Mi Pastor fue, además de reorganizarse, buscar una nueva denominación presbiteriana que permitiera mantener la forma de gobierno. Es así que a partir de nuevas reflexiones y conversaciones con la Iglesia Presbiteriana de Brasil (IPB), en 2019 fuimos acogidos por el presbiterio de Pinheiros de IPB de manera transitoria, bajo el entendido que CMP debía en definitiva en algún momento volver a ser parte de un presbiterio chileno, ya sea existente o nuevo. 

Finalmente, y luego de un siguiente proceso de conversaciones, reflexiones y discusión con la con los líderes y la congregación, el Consistorio CMP decidió aceptar la invitación de la Iglesia Presbiteriana en América Chile (IPA) para ser parte de esta denominación. En esta denominación ayudamos a plantar la Iglesia Presbiteriana Trinidad Reñaca ITR (que comenzó la plantación de ITC Concón, y próximamente una nueva Iglesia en Viña del Mar). Desde de Cristo mi Pastor empezamos en el año de 2020 la Plantación de una nueva Iglesia en la ciudad de Curicó, además de una nueva plantación en la ciudad de Valdivia, ambas Sur de Chile. Estamos felices de ver el avance de Reino de Dios en nuestro país. 

En todo este viaje y desarrollo como iglesia al servicio del Señor, estamos en primer lugar agradecidos de Dios por las personas que hacen parte de nuestra historia, tanto aquellas que participaron como las que integran hoy la familia CMP. Tenemos muchos desafíos por delante como: fortalecer nuestra identidad como iglesia reformada y presbiteriana, nuestra comunión como iglesia, preparar nuevos pastores y líderes, plantar nuevas iglesias en todo el territorio nacional, enviar misioneros al mundo y predicar el evangelio a toda criatura. Para superar estos desafíos contamos con el apoyo de todos en el involucramiento en el servicio, contribución financiera y súplicas al Señor para ser sustentados en todo por Él.  Por esta razón afirmamos “Eben-ezer: hasta aquí nos ayudó Jehová” (1 Samuel 7.12). ¡A Él toda gloria!

Honorable Consistorio Cristo Mi Pastor

Santiago de Chile, marzo de 2021